Visiting our minds

Are we ourselves, or are we just becoming a product of collective thought?

The absurd ease with which one has access to information and content nowadays has eliminated many barriers between being a spectator and being a protagonist. Now we dedicate hours and hours to consume the content that others do, to share or comment on the thoughts of others, dedicating less and less time to that internal space of finding ourselves, of understanding who we are or who we want to be, and taking the reins of our actions and with deeds, to express to the university our personality. We are never alone, and that is not necessarily good. Solitude in an intimate way allows people to confront their deepest thoughts in nothingness and help them shape that ideal of the person they want to be. On the contrary, that tide of information and experiences through tools such as likes, comments, or followers make you feel involved and important are the most superfluous distractions that society has achieved to make any hint of difference disappear on the plain.

Visiting your mind is a piece that seeks to remind us that no matter how crude it may be, being with ourselves, isolated to evaluate ourselves, is an exercise that indisputably anyone who wants to grow emotionally must practice.

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¿Estamos siendo realmente nosotros o simplemente nos estamos convirtiendo en un producto del pensamiento colectivo?

La facilidad absurda con la que hoy en día se tiene acceso a información y contenido ha eliminado muchas de las barreras entre ser expectador y ser protagonista. Ahora dedicamos horas y horas a consumir el contenido que los demás hacen, a compartir o comentar sobre los pensamientos de los demás, dedicando cada vez menos tiempo a ese espacio interno de encontrarnos, de entender quienes somos o quienes queremos ser, y tomar las riendas de nuestras acciones y con hechos, expresarle al universio nuestra propia pèrsonalidad. Nunca estamos solos, y eso no es necesariamente bueno. La soledad en una forma íntima, permite a las personas enfrentarse en la nada contra sus más profundos pensamientos y ayudarle a moldear ese ideal de persona que desea ser. Lo contrario, esa marea de información y vivencias en las que a través de herramientas como likes, comments o followers te hacen sentir participe e importante, son las distracciones más superfluas que ha conseguido la sociedad para hacer desaparecer en la llanura cualquier atisbo de diferencia.

Visitar tu mente, es una pieza que busca recordarnos que por más crudo que pueda ser, estar con nosotros mismos, aislados para autoevaluarnos, es un ejercicio que indiscutiblemente cualquier persona que desee crecer emocionalmente debe practicar.

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